Los abogados tenemos un deber para con la población de los inmigrantes indocumentados que va más allá de proveerle los servicios para resolver su estado migratorio. Entre los inmigrantes indocumentados permea una creencia en que deben permanecer callados ante la ola criminal que también los afecta a ellos. Es necesario que el abogado le facilite el conocimiento necesario para que éstos puedan disfrutar de los derechos que se le garantizan simplemente por estar en el país, ello incluye de remedios civiles hasta los procedimientos ante la policía y otras agencias de Ley y Orden.
Lo cierto es que nuestro sistema tiende a proteger a los que son víctimas, así como a los que han sido testigos de algún delito. Sin embargo, por las políticas de deportación del gobierno federal, muchos de la población indocumentada se sienten presionados a permanecer callados. Como abogados, debemos de fomentar la confianza de esta población con nuestros servidores público que llevan a cabo la Ley y Orden de nuestro país. Ello lo podemos hacer a través de charlas de orientación, así como facilitar el proceso prestando nuestros servicios como consejeros legales y acompañando al cliente en cada etapa del proceso.
Igualmente, debemos de orientar a esta población de la disponibilidad de remedios migratorios para aquellos que han sido víctimas de crímenes violentos (U-Visa) o víctimas de trata humana (T-Visa). Ambas visas están disponibles para aquellos que han reportado el crimen a las autoridades de Ley y Orden. Por ello, la importancia de no quedarse callado.
Finalmente, hay que señalar que para muchos remedios civiles no se tiene que poseer un estado migratorio legal. Estos incluyen divorcios, pensiones alimenticias a favor de menores, cobro de dinero, etc.
La orientación legal es clave e indispensable durante estos procesos.
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